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Bienvenid@, el Señor continúe bendiciendo tu alma

El tiempo está cerca de cumplirse, y mi Señor necesita reclutar soldados que estén dispuestos a renunciar a este mundo para llevar a cabo la buena batalla, si crees que eres lo suficientemente fuerte para enlistarte en el ejército celestial, enlistate hoy mismo, entrega tu vida a Cristo y saldrás vencedor.

miércoles, junio 30, 2010

Depende de Dios - Palabras de Vida

DEPENDE DE DIOS


Danos socorro contra el enemigo, porque vana es la ayuda de los hombres. Sal 60:11.

En la parábola del hijo pródigo, después de haber despilfarrado todo, el hijo busca la ayuda de un hacendado rico que lo manda a cuidar puercos. Final triste para un judío. Los judíos no podían ni siquiera pasar cerca de un cerdo. La lección es que el socorro humano, por mejor que sea, es vano. Es un simple comprimido para el dolor de cabeza, cuando el problema es un tumor cerebral.

Esto no significa que debamos rechazar los recursos humanos. Los médicos, abogados, arquitectos y enfermeras son necesarios. La tecnología, los remedios y el dinero son útiles, pero deben verse como instrumentos de solución y no como la solución en sí.

El ser humano se decepciona por depositar su confianza en las propias fuerzas, en vez de ponerlas en Dios. Eso sucede individual y colectivamente. Sucedió también con Israel. El pueblo de Israel se olvidó de Dios en los tiempos de bonanza. Creía que los buenos vientos nunca pasarían, que la cosecha siempre sería abundante y que el sol siempre brillaría.

Dios no discute cuando la criatura se apodera de la vida y vive como si el Creador no existiera. El Señor observa en silencio la insensatez humana. La vida se encarga de enseñarte que "vana es la ayuda de los hombres".

Cuando el salmista escribió este salmo, Israel pasaba por uno de esos momentos. Las cosas no andaban bien. El salmista comienza diciendo: "Oh Dios, tú nos has desechado, nos quebrantaste; te has airado, ¡vuélvete a nosotros!"

¿Abandona Dios al ser humano? ¡Nunca! Es el hombre el que abandona a Dios. Después sufre, llora y se lamenta. El peso de la incertidumbre se posesiona de su corazón. Todos sus esfuerzos son vanos. Tampoco podría, pues, por ventura, ¿no es polvo? ¿No fue tomado del polvo y al polvo volverá? ¿Puede alguien construir un edificio sólido con polvo?

El salmista aprendió esta lección al ver las tragedias de su pueblo. Todos necesitamos aprender. A veces con lágrimas, con gemidos, sin saber adonde ir ni qué hacer. Pero todos, más tarde o más temprano, necesitamos aprender a depender de Dios.

Hoy y siempre, antes de salir de casa, dile a Jesús en tu corazón: "Danos socorro contra el enemigo, porque vana es la ayuda de los hombres".
 
Esta reflexión ha sido tomada de un correo que llegó a mi buzón, gracias Allan y que el Señor Jehová continúe bendiciendo tu vida
 
Imagen tomada de: http://comunidad.cajanavarra.es/proyecto-rehabilitacion-personas-esclerosis-multiple-sus-familias/files/2009/11/16-ley-dependencia.jpg

viernes, junio 18, 2010

De la carne o del Espíritu?

 


En la carta de Pablo a los romanos, él exhorta a la santidad, nos habla con autoridad, haciéndonos ver que al haber aceptado a Jesús como Señor y Salvador de nuestras vidas ya el pecado no nos gobierna; (claro, habiéndolo aceptado de corazón) si no que ahora debemos guardarnos de todo mal.

 
En Romanos 7:1-6, en la versión Reina-Valera 1995 (Edición de Estudio) se muestra una analogía de Pablo tomada del matrimonio, dando a entender que al igual que la mujer casada está sujeta a su marido por la ley, así mismo estabamos sujetos al pecado, mas cuando el marido (la carne) muere, ella deja de estar atada a él, o interpretándolo de otro modo, dejamos de estar atados al pecado y somos libres, por lo que si busca otro marido ya no está en pecado, pues la ley muere con su marido y queda en libertad de volver a tener marido.

 
Así nosotros tenemos al morir a la carne podemos buscar a Cristo Jesús con toda libertad. Él es quien nos ofrece una vida mejor que la que teníamos, ahora podemos vivir para vida eterna, porque morimos a la carne para servirle a Él.

 
El problema es si vivimos en Cristo y seguimos coqueteando con el pecado, es lo mismo que una mujer teniendo marido, coqueteé con otro, estaríamos en adulterio espiritual, dice la palabra que no podemos servir a dos amos, porque odiaremos a uno y amaremos al otro, dice el Señor que en aquel día le dirán: "Señor, en tu nombre echamos demonios e hicimos milagros" y Él les contestará, apártense de mí, malhechores, no los conozco, porque anduvieron haciendo obras en su nombre, pero por otra parte hacían lo indebido.

 
Tienes que tomar tu decisión, o eres del pecado y por ende de la muerte eterna, o eres justificado por el sacrificio de Jesús y tendrás vida eterna en Él. O sigues en tu mundo de maldad y pecado, o te humillas ante Dios y le sirves en su reino.

 
Y dice Romanos 8:1, "Ahora , pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, si no conforme al Espíritu."
Por lo que si no doy rienda a mis pasiones carnales, si no que me guardo en el Espíritu Santo de Dios, alcanzaré salvación, para gloria y honra de su nombre.

 
Por lo que Romanos 8:5 dice: "Los que son de la carne piensan en cosas de la carne, más los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu."

 
Por eso nosotros no vivimos según la carne, porque si no tenemos al Espíritu, no somos suyos; y si Cristo vive en nosotros, muerto es nuestro cuerpo por causa del pecado, pero vive nuestro espíritu a causa de la justicia que es en Él.