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Bienvenid@, el Señor continúe bendiciendo tu alma

El tiempo está cerca de cumplirse, y mi Señor necesita reclutar soldados que estén dispuestos a renunciar a este mundo para llevar a cabo la buena batalla, si crees que eres lo suficientemente fuerte para enlistarte en el ejército celestial, enlistate hoy mismo, entrega tu vida a Cristo y saldrás vencedor.

sábado, enero 07, 2012

Les anuncio que me volveré al mundo porque mi pareja me fue infiel

Tomada de: www.amor.com.mx
¿Llamé tu atención?, pues que bueno, esa es la intención, te quiero hablar de esa clase de cristianos que a veces parece que están buscando una excusa para volverse al mundo, pero en este caso quiero hablar de los que parece que toman como excusa que su pareja les haya sido infieles para volver al hueco de donde el Señor los sacó.

La biblia dice: "Mira que te mando que te relajes y no gastes tus fuerzas", hermano, ¿De verás la biblia dice eso?; pues NOOOO!, Dios en la biblia dice: "Mira que te mando que te esfuerces y que seas valiente", por eso hay que leer biblia, guardar la palabra en nuestros corazones porque cuando venga el momento de prueba el Espíritu Santo tomará la palabra y la traerá a memoria.

Dios nos manda que seamos valientes, pero en cuanto nuestros padres, pareja, hijos o amigos nos fallan, nos encaprichamos y decimos: "Ya me cansé de ser buena persona" y empezamos a buscar del mundo, nos vamos a embriagar, a bailar, a fornicar y en el peor de los casos nos apartamos de Dios, empezamos a tratar de justificarnos con los demás, prestamos oído al mundo, empezamos a escuchar música secular, en fin todo lo hacemos justificados en el fallo de otra persona.

No seamos cobardes porque el reino de los cielos sufre violencia y solo los violentos lo arrebatan, SÍ, mi pareja me fue infiel, SÍ mis padres me rechazaron, SÍ mis hijos me desobedecen, SÍ mi mejor amigo me falló, pero NO, no debo apartarme ni a izquierda ni a derecha; solo porque otra persona me falló y decidió pecar e irse al mundo no significa que yo deba perderme también, lamento profundamente que mi pareja se pierda, que mis padres se pierdan, que mis hijos se pierdan, que mis amigos se pierdan, me duele que se pierdan y me abandonen, pero aunque el mundo me abandone mi Dios no lo hará, siempre y cuando yo me mantenga fiel a Dios.

Mi vida no depende de nadie, si porque alguien me falla yo me caigo en pedazos, es porque estoy poniendo a esa(s) persona(s) antes que a Dios, levántate, sacúdete el polvo, agarra fuertemente la mano de Dios y continúa tu camino hacia la vida eterna, porque si tu recompensa no estuviera en esta tierra, créeme que será grande allá en el reino, mira que te mando que te esfuerces y que seas valiente.

domingo, enero 01, 2012

¡Miserable hombre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?

Y antes yo vivía sin ley, pero cuando vino el mandamiento, el pecado revivió y yo morí. Y el mandamiento que era para vida, yo encontré que era para muerte. Porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató. De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento es santo, y justo, y bueno.
¿Entonces lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? ¡En ninguna manera! Pero el pecado, para mostrarse pecado, obró muerte en mí por lo que es bueno, a fin de que por el mandamiento, el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso.
Porque sabemos que la ley es espiritual; pero yo soy carnal, vendido bajo pecado. Pues lo que hago, no lo entiendo, pues no hago lo que quiero; sino lo que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero, eso hago, apruebo que la ley es buena.
De manera que ya no soy yo quien lo hace, sino el pecado que mora en mí. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, éste hago. Y si hago lo que no quiero, ya no soy yo quien lo hace, sino el pecado que mora en mí.
Hallo, pues, esta ley, que cuando quiero hacer el bien, el mal está en mí. Porque según el hombre interior me deleito en la ley de Dios; mas veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable hombre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios por Jesucristo nuestro Señor: Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios; mas con la carne a la ley del pecado.
(Romanos 7:9-25)
No es excusa, pero el mismo Pablo lo entendía, por eso a veces mi alma se aflige al pensar, ¿Porque si mi alma quiere agradar a Dios y hacer su voluntad, no lo hago?
Pues porque estoy preso en este cuerpo de pecado, pero hay un gran consuelo que también dice: ¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece!

Y cuando le he pedido a Dios, quita este aguijón de mí para poder servirte mejor, Él me ha dado esta respuesta: ¡Bástate mi gracia!
Gloria a Dios por su misericordia ya Cristo Jesús por su sacrificio para gloria y honra de su nombre, perdón de mis pecados y salvación de mi alma, amén.