Es una gran verdad que por más que como seres humanos o pecadores no queremos reconocer, o intentamos tergiversar, pero el amor de Jehová va mucho más allá de un simple pecado, sea cualquiera que este sea.
No hay un pecado que sobrepase el sacrificio de Jesucristo en la cruz, aún cuando el mismo Jesús dijo: "El único pecado que no es perdonado, es la blasfemia en contra del Espíritu Santo"
La palabra de Dios nos enseña que el único pecado que Dios no puede perdonar es el pecado que no se confiesa, y no es necesario confesarlo a un sacerdote o a otra persona, sino es encerrarse en tu habitación, abrir el corazón y derramarlo delante de su magnífica presencia, ¿porqué en una habitación?, porque ahí puedes llorar, desnudar tu corazón, levantar las manos y adorarle sin ningún prejuicio porque alguién más te esté mirando, sino que ahí podrás ser tú mismo o tú misma delante de Dios, regresemos al camino, volvamos a su misericordia, que como el hijo pródigo seremos recibidos, su amor está por encima de nosotros, tan profundo que jamás lo podremos alcanzar, aunque no somos dignos de tal amor, Él nos ama y si se lo pedimos de corazón, jamás nos abandonará.
No dejes que el enemigo siembre la mentira en tu corazón de que Dios no te ama por tus pecados, Dios te ama a ti, aunque por supuesto no tolerará el pecado, pero dice la palabra que Dios jamás rechazará un corazón que se humille ante Él.
Así que por más perdidos o perdidas que andemos, no temamos buscarle, porque de seguro nos está esperando con brazos abiertos, búsquemosle porque ciertamente está esperándonos, lee la biblia pidiendo al Espíritu Santo que guíe nuestro entendimiento y abra nuestros ojos espirituales para ver y comprender lo que ahí dice, de lo contrario será en vano pues nuestro entendimiento estará entenebrecido.
Busca congregarte, escucha predicas y piensa y actúa en lo bueno y procuremos apartarnos de todo lo que nos hace caer.
La gracia de Jehová Dios esté con cada uno de nosotros y nos guíe a su infinita misericordia, amén y amén