Después de mucho tiempo sin publicar, hoy Dios me dió nuevamente palabra para volver a hacerlo.
Mucho tiempo me he apartado de un buen testimonio, me había envuelto en pecado, caí en adulterio, pornografía y mi mente se estaba volviendo la de un mundano cualquiera, pero Dios en su misericordia y mi amada esposa, me están ayudando a cambiar nuevamente para volver al camino, debo nuevamente llevar un proceso de "rehabilitación espiritual", confiando en nuestro Señor Jehová en que me ayudará a volver a levantarme y seguir publicando estas prédicas, primeramente para mí y luego para quien lo necesite.
Hoy en la iglesia a la que asisto (Iglesia Miel: es tu casa en Alajuela, Costa Rica) el pastor predicó sobre que para cambiar con éxito, hay que cambiar la forma de pensar como lo dice la biblia en Romanos 12:2 y cito:
Y no se adapten (no se conformen) a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno y aceptable (agradable) y perfecto. (Versión: Nueva Biblia Latinoamericana)
Me había apartado tanto del camino, que había olvidado esa palabra que nos exhorta a ser mejores hijos de Dios, claro, mi mente había vuelto al pecado y me estaba alejando de TODO lo que Dios me había enseñado hace unos años atrás, afortunadamente, puso a mi lado una maravillosa esposa, que aunque muchas veces ha sufrido por mi causa, no se ha rendido y se ha mantenido en pie, en oración por mí, aún cuando ha sentido deseos de tirar la toalla conmigo.
Pero hoy el pastor dijo algo que me hizo recapacitar y, aunque sé que quizá no cambie de la noche a la mañana, pero me puso a pensar y me hizo recordar que antes de vivir para mí, primero debo vivir para Dios, vivir para llevar luz a quienes están en la oscuridad del pensamiento.
Alabado sea el Señor Jesucristo por su misericordia con quienes no la merecemos, por su amor con el que nos amó primero.
El pastor dijo y lo voy a parafrasear así:
El arrepentimiento NO debe ser en el corazón, sino primero en la mente, porque si el arrepentimiento es un sentimiento, este suele pasar y nos cuesta cambiar y volvemos a lo mismo, mientras que si el arrepentimiento lo hacemos con la mente, siendo conscientes del pecado en el que estamos, y tomamos la decisión de rechazarlo y apartarnos, siendo plenamente conscientes de ello, entonces el arrepentimiento del corazón persistirá y nos ayudará a llegar a un arrepentimiento genuino y a cambiar y apartarnos del pecado.
Entonces el arrepentimiento debe ser una decisión primeramente, luego que decidimos arrepentirnos, debemos empezar a buscar apartarnos de aquello que nos lleva a pecar, por ejemplo el mayor caso de los hombres, dejar mirar mujeres y dejar de desearlas, dejar de mirar pornografía, apartarnos o ignorar a amigos y sus conversaciones que nos puedan hacer caer. Mientras nos apartamos debemos estar en oración, leer la biblia, escuchar prédicas y asistir al culto mientras nos sea posible, porque como dice una parábola de lobos (NO bíblica), sobrevivirá el lobo que más alimentemos, entonces hoy decidí y procuraré mantenerme firme al respecto, seguir alimentando mi espíritu, con cosas que edifiquen, que sean de bien y que sean luz para otros.
Si tuvieras un problema de pornografía, de adulterio, de infidelidad, de drogas o lo que sea, te insto a cambiar tu mente para que cambie tu corazón, porque de lo que está lleno el corazón habla la boca, pero el corazón se llena a través del pensamiento y el pensamiento, debe ser transformado por el entendimiento.
Así que, traiga Jehová inteligencia, sabiduría, entendimiento y discernimiento a nuestras mentes, para que podamos ser renovados y NO VIVIR CONFORME A LAS CORRIENTES DE ESTE SIGLO, sino que podamos ser transformadores, liberadores y guías, para quienes deseen seguir el camino del Señor Jesucristo y sean sus almas salvas y sus mentes trasnformadas por el Santo Espíritu del Dios vivo.
Es todo por ahora y espero continuar nuevamente trayendo y compartiendo con ustedes palabra que Dios trae a mi vida y que también a mí, me ayuda si la olvido.
Bendiciones.
