Según la predica del Jueves 30 de diciembre de 2010 por el Pastor Iván Vindas de la iglesia Visión de Impacto en "Des"Amparados en San José, Costa Rica, debemos ser agradecidos con nuestro Padre siempre y en todo momento, dice que ser agradecido es dar valor a todo lo que poseo, entendiendo que lo que tengo no es mío, sino que Dios nos ha puesto como mayordomos de lo que nos da en esta tierra.
Según nos enseña la palabra en la primera carta de Pablo a los Tesalonicenses 5:18 que dice: Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. Debemos dar gracias en TODO, pues así le place a nuestro Dios, como lo expusó el pastor, ¿Quién de ustedes decide que va a vivir el próximo año?, si estamos aquí es por gracia de Jehová, así que seamos agradecidos con Él y amémosle, pues según se cita también en Romanos 8:28 lo siguiente: Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien. O sea que tras de la gracia que tiene Jehová para con nosotros, si le amamos, TODAS las cosas nos ayudarán a bien.
El pastor nos expuso tres (de las posibles muchas) actitudes de un agradecido con Dios, (de las cuales solo pude anotar dos) les expongo dos de ellas.
La primera actitud:
- Bendice al Señor en todo tiempo.
En este caso tenemos de ejemplo a Job en el capítulo 1, versículo 21, que después de haber perdido el ganado (que representa las finanzas) y a sus hijos (que obviamente representan a la familia) dijo lo siguiente:"Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. Jehová dio y Jehová quitó: ¡Bendito sea el nombre de Jehová!
Job bendijo al Señor aún en medio de esas duras pruebas, no pecó maldiciendo a Dios por lo ocurrido y podemos conocer el final de la historia donde Jehová bendice a Job con el doble de todo lo que tenía.
La segunda actitud es:
- Acepta la voluntad soberana de Dios.
Este otro ejemplo lo tenemos con David en el segundo libro de Samuel, capítulo 12, versículo 18, donde narra que al séptimo día de nacido el hijo de David con Betsabé, el niño muere, David había pasado esos siete días sin comer y oró para que Jehová tuviera misericordia de el niño, pero por la blasfemia de David el niño muere, después David se levanta se lava y va a comer, su servidumbre se extraña que mientras el niño estaba agonizando, David ayunaba, oraba y no se apartaba del él, y que ahora que murió, que se supone su pesar debería ser mayor David se levanta y se arregla, a lo que David les dijo que ahora que el niño había muerto, ya Dios había hecho su voluntad y que no se lo iba a devolver, que por eso no valía la pena extender o aumentar su pesar, esto es realmente aceptar la bendita y perfecta voluntad de Dios, además por la actitud de David, Dios le dió mejor premio aún, un hijo más sabio como no ha existido otro en la historia.
A decir verdad debemos vivir agradecidos cada vez que inhalamos y exhalamos el aire de nuestros pulmones, cada vez que nuestro corazón se contrae y se dilata, alabado sea el Santo y poderoso nombre de Jesucristo, porque gracias a Él, su obediencia y el sacrificio en la cruz nosotros tenemos vida y vida en abundancia.
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