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Lobos con piel de oveja
(Basado en 2da de Pedro 2:1-22 y Judas 3-16)
Hubo falsos profetas, como habran falsos maestros que introducen encubiertamente herejías destructoras y niegan al Señor Jesús.
Muchos siguen su libertinaje por satisfacer sus deseos y pasiones, y por su causa, el camino de verdad es blasfemado.
Llevados por avaricia hacen mercadería de muchos, usando evangelios suaves (light) con palabras y hasta lágrimas fingidas.
Acordémonos del mundo antiguo, destruido con el diluvio a causa de su gran maldad y también de Sodoma y Gomorra, quemadas y reducidas a cenizas, siendo ejemplo para los que no viven para Dios y de su destino si no se arrepienten de hacer lo que es malo a sus ojos, pues quienes viven para placeres e inmundicias, despreciando al Señor Jesús y su mensaje, a quienes son atrevidos y obstinados, que no temen retar o burlarse de Jehová Dios, hablando mal de Él, hablando mal y burlándose de cosas que no entienden, estos perecerán como animales en su propia perdición, pues son reservados para castigo en el día del juicio.
Leamos la palabra de Dios y pidamos sabiduría y discernimiento para no ser engañados por los falsos maestros que tienen los ojos llenos de adulterio y
codicia, que no se sacian de pecar, seducen a todo aquel que un día es seguidor fiel y al otro está coqueteando con el mundo, hablando y comportándose como quien nunca ha escuchado sobre el hijo de Dios, también a los que son codiciosos y solo viven por el dinero, buscando riqueza, lujos, placeres y una vida despreocupada por sus semejantes; cual si fueran hijos de maldición.
Siguiendo a falsos maestros que prometen libertad, pero que ellos mismos son esclavos de corrupción, hablan con palabras dulces y vanas, seducen con pasiones carnales, ofreciendo sanidad, libertad financiera y mejor vida en este mundo al cual no pertenecemos, envolviendo en error incluso a aquellos que ya habían escapado de sus propios errores, convirtiéndolos en esclavos, pues si alguno es vencido por otro, este se hace esclavo de quien le venció y habiendo escapado de sus errores, de las contaminaciones del mundo por conocimiento del Señor Jesucristo, se enredan nuevamente en sus pasiones, siendo vencidos por ellas, se convierten nuevamente en sus esclavos y su estado viene a ser peor que el anterior, por eso pues; no nos dejemos engañar por aquellos que han sido engañados también buscando la felicidad en esta tierra, pues el Señor lo advirtió diciendo: “No hagan tesoros en esta tierra, donde el ladrón roba y la polilla y el moho, pudren y echan a perder y todo se corrompe, sino búsquenlas en el cielo; donde ni el ladrón puede robar, ni la polilla y el moho pudren y echan a perder y nada se corrompe”.
Debemos tener en mente las palabras de los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo, que decían: “En el último tiempo habrá burladores que andarán según sus malos deseos”; siendo estos los que causan divisiones, viven sensualmente exhibiendo sus cuerpos y no tienen al Espíritu Santo.
Pero nosotros, amados hermanos, debemos edificarnos en nuestra fe, pidiendo perdón a Dios si hemos desfallecido y caído en pecado, orando en el Espíritu Santo; conservando el amor de Jehová Dios y aguardando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo en arrepentimiento, convenciendo a quienes tienen dudas, arrebatando a otros del fuego del infierno, sanando enfermos y heridos, llevando libertad a cautivos de los vicios y las pasiones, rompiendo cadenas de maldición y hablando la verdad; teniendo misericordia con temor y desechando aún la ropa contaminada por la carne de ellos.
Debemos pedir discernimiento al Espíritu Santo para que todo aquel quien venga con verdad para bien y salvación, aún cuando no sea hermano en la fe; pero mientras traiga verdad de Jehová Dios, sea recibido para que esa verdad cale en nuestro corazón.
Por lo demás no cesemos de orar y hacer lo que es bueno, amando a Jehová Dios sobre todas las cosas, con toda nuestra fuerza y con todo nuestro ser; y a nuestro prójimo como a nosotros mismos, paz a todos. Amén y amén.