¿Pero cómo puede alguien decir semejante barbaridad?
Por inimaginable que suene, así es, Dios NO nos dará una pareja, de ser así, sería tan fácil echarle la culpa a Dios si una relación no funciona.
Él nos ha dado la capacidad de razonar, pensar con inteligencia, tanto lógica como emocional, nos dio la capacidad de elegir nosotros mismos, de analizar si nos conviene o no estar con una persona que si nos hace sufrir o vivir de forma desagradable durante el noviazgo, con mayor razón durante el matrimonio.
Debemos aprender a ser inteligentes al seleccionar una pareja, usar nuestra inteligencia lógica y emocional.
Si nos diéramos a la tarea de conocer mejor a las personas con las que solemos convivir, nos podríamos evitar muchos conflictos a futuro, especialmente si son personas que de una forma u otra nos atraen.
Aprender a diferenciar el amor, de la simple atracción, por ejemplo:
Dice un viejo proverbio:
Si te gusta alguien por su físico... No es amor, es deseo.
Si te gusta por su inteligencia... No es amor, es admiración.
Si te gusta por su riqueza... no es amor, es interés...
Entonces, ¿Cómo saber cuándo es amor?
En la biblia, en el libro de 1era de Corintios capítulo 13, versículos 4 al 7, nos indica cómo es el verdadero amor y cito:
(Texto tomado del sitio de Biblegateway.com)
1 Corintios 13:4-7
Nueva Versión Internacional (NVI)
4 El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso, ni jactancioso, ni orgulloso. 5 No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. 6 El amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. 7 Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.Viéndolo de esta forma, es más sencillo saber si amamos o nos aman, como dice la biblia que debería ser el amor, en un amor verdadero, no caben la traición, los celos, la infidelidad, el deseo de herir, sino, TODO lo contrario, hay confianza, fidelidad, respeto y se ocupa del bienestar del uno por el otro.
Si hubiese una diferencia, discusión o mal entendido, buscan solucionarlo y no durar mucho tiempo enojados. Y situaciones que parezcan más delicadas, aún deben tratar de resolverse antes de llegar a separaciones, juicios o disputas más serias.
En fin, antes de pensar en matrimonio, se debe conocer mejor a la pareja, pasar por la etapa de amistad el mayor tiempo posible y en diferentes situaciones para conocer como reacciona la otra persona, sin temer que esa persona se pueda "cansar de esperar" y se marche con alguien más, pues es preferible perder a alguien que no conviene, que vivir una vida desdichada por temor de no mantener a esa persona a nuestro lado.
Pidamos sabiduría, discernimiento e inteligencia a Dios para poder tomar las mejores decisiones para nuestra vida e incluso, para nuestra familia, porque no debemos pensar egoístamente, ya que de una forma u otra lo que hacemos puede afectarles y por estar casados, no podemos permitir que interfieran en nuestro matrimonio a menos que sea para salvar nuestra vida.
Dios nos guíe por nuestro camino en esta tierra y nos dé fortaleza para vivir correctamente.
