En los relatos de Jesús, Él dice varias veces:
- "No temas..."
Incitándonos a confiar en que Dios tiene control de todas las cosas y que NO debemos sentir afán por nada.
En estos versículos del libro de Job, y cito:
"Porque el temor que me espantaba me ha venido, y me ha acontecido LO QUE YO TEMÍA.
No he tenido paz, no me aseguré, ni estuve reposado; NO OBSTANTE, ME VINO TURBACIÓN."
(Job 3:25-26 RVR1960)
Job hace entender que temer, solo atrae lo que se teme, y que, aunque no estuvo pasivo o reposado, (pues ofrecía holocausto por el posible pecado de sus hijos) y tampoco se aseguró, como quién busca asegurar lo que tiene, vino a él turbación.
Es por este motivo que NO debemos sentir temor o preocupación por el acontecer diario, sino, por el contrario, agradecer a Dios lo que nos permite vivir diariamente, indiferentemente de su es algo bueno o malo.
En el libro de Job, nos damos cuenta de que nuestra condición humana,. No, nos permite entender la misteriosa forma de obrar de nuestro Dios, lo que nos causa turbación, confusión e incluso amargura, miedo o enojo, pero fuera de ese sentir, debemos encontrar confianza y tranquilidad en que TODO en lo absoluto, tiene un sentido en la voluntad de Dios y que no nos corresponde cuestionario, sino, aceptarlo.
Pues de nada sirve blasfemar, reprochar y buscar entender las razones de lo acontecido.
La mujer de Job lo exhorta a maldecir a Dios y a morir:
Entonces le dijo su mujer:
- ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete.
Y él le dijo:
- Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado.
- ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?
En todo esto no pecó Job con sus labios.
(Job 2:9-10 RVR1960)
Job entiende que Dios NO es el genio de la lámpara, condenado a cumplir nuestros deseos, sino que, su voluntad es sobre la nuestra aún cuando no nos agrade ni cumpla nuestras expectativas.
Jehová Dios es omnipotente, omnisciente y omnipresente, es soberano y por ende, ningún ser es capaz de juzgarlo irrefutablemente, nadie puede tener la capacidad de pedir explicaciones a Dios, pues entender la mente de Dios, es querer meter los océanos en un vaso de agua.
Estoy convencido de que buscar entender la voluntad de Dios, solo atrae más amargura, tristeza y dolor, del que ya trae consigo cualquier situación.
Cuando oro, lo que pido a Dios no es que me quite de esa situación, sino, que simplemente me ayude a sobrellevarla, pues no necesito entender el porqué ocurre, sino que sencillamente solo necesito aceptarla y seguir adelante.
Si usted está leyendo esto, entienda que la soberanía de Dios, no es dada a la comprensión de los hombres, sino a su aceptación de que Dios es Dios y tiene la potestad de hacer lo que le plazca, que su misteriosa forma de obrar, SIEMPRE tiene algún propósito y solo Él sabe y entiende porqué permite que acontezcan las cosas.
Lo invito a reflexionar y a orar para que la paz de Dios, que sobrepasa TODO entendimiento, esté siempre en su vida y que le guíe a través de las circunstancias, para llegar a buen termino y que podamos ser alcanzados por su misericordia siempre.